Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Escuela de Estudios Generales
ÁREA DE CIENCIAS DE LA SALUD
Asparrin Paredes Jimena Thais
Lenguaje y Comunicación
Resumen
Debido al aumento de enfermedades relacionadas a la nutrición y la falta de actividad física es necesario promover hábitos saludables en nuestra sociedad, pero proporcionar únicamente conocimientos teóricos no es suficiente para motivar a las personas a adoptar conductas saludables.
La motivación intrínseca, la autoeficacia, la influencia de los padres y la necesidad de un aprendizaje significativo se identifican como factores clave para fomentar hábitos saludables, concluyendo que la colaboración integral de la sociedad es esencial para abordar eficazmente la prevención de enfermedades relacionadas con la mala alimentación y la falta de ejercicio.
Palabras clave: Hábitos saludables, alimentación, ejercicio, motivación intrínseca, autoeficacia, padres, aprendizaje significativo, conocimiento.
Abstract
Due to the increase in nutrition-related diseases and the lack of physical activity, it is necessary to promote healthy habits in our society, but providing only theoretical knowledge is not enough to motivate people to adopt healthy behaviors.
Intrinsic motivation, self-efficacy, parental influence and the need for meaningful learning are identified as key factors to promote healthy habits, concluding that the integral collaboration of society is essential to effectively address the prevention of diseases related to poor nutrition and lack of exercise.
Key words: healthy habits, eating, exercise, intrinsic motivation, self-efficacy, parents, meaningful learning, knowledge.
Introducción
En la sociedad actual, la promoción de hábitos saludables, en especial a los que se refieren a la nutrición y el ejercicio, se ha convertido en una cuestión de creciente importancia. A medida que las tasas de enfermedades relacionadas con estos aspectos continúan en aumento, la necesidad de abordar esta problemática se torna cada vez más urgente. La educación y la información sobre estos temas se han convertido en elementos comunes en la mayoría de las escuelas y comunidades. Sin embargo, ha resultado evidente que proporcionar conocimientos teóricos por sí solos no son suficientes para motivar a las personas a que adopten conductas saludables.(1)(2). En este ensayo se explorará por qué la razón por sí sola no basta para lograr la adopción de conductas saludables, examinando la importancia de la motivación intrínseca, la autoeficacia, la influencia de los padres y la necesidad de un aprendizaje significativo en la promoción de hábitos saludables.
Desarrollo
La relación entre la motivación intrínseca y la resistencia al cambio en el contexto de la educación nutricional es un tema fundamental. A menudo, la educación nutricional busca proporcionar a las personas conocimientos teóricos sobre lo que es saludable y lo que no lo es, en términos de alimentación (1). Sin embargo, se encuentra con la resistencia de las personas, especialmente en el caso de los jóvenes. A pesar de que puedan estar al tanto de las recomendaciones para una alimentación saludable, es común que mantengan hábitos no saludables en base a sus preferencias personales y una falta de motivación intrínseca para cambiar (2). Es importante destacar que solo la presencia de información y razones para cambiar no siempre es suficiente para superar esta resistencia al cambio (1). Aquí es donde entra en juego la motivación intrínseca, la cual se podría decir que es como el deseo genuino de llevar a cabo una conducta beneficiosa. Esta motivación interna desempeña un papel crucial en la adopción de hábitos saludables, ya que va más allá de la simple conciencia y se relaciona con un compromiso personal en la modificación de comportamientos alimentarios (2).
En este contexto, otro elemento relevante es la autoeficacia, la cual se refiere a la creencia en la propia capacidad para llevar a cabo una conducta beneficiosa (3). Como ya está escrito anteriormente, la educación nutricional puede proporcionar a las personas conocimientos valiosos sobre alimentación y nutrición, pero si estas personas no se sienten capaces de traducir esos conocimientos en acciones concretas, es poco probable que cambien sus hábitos alimenticios (1)(2). Por lo tanto, la autoeficacia es un factor fundamental en la promoción de hábitos saludables, ya que la confianza en la propia capacidad para implementar cambios resulta esencial para poder lograr un cambio real (3).
Además, la influencia de los padres y el entorno familiar también juega un papel crucial en la adquisición de hábitos saludables (1). Los padres no solo pueden ser modelos de conducta, también pueden proporcionar apoyo y motivación a sus hijos en su búsqueda de una alimentación saludable y un estilo de vida activo (2). La falta de apoyo y el ejemplo negativo por parte de los padres pueden obstaculizar aún más la adopción de conductas saludables por parte de los jóvenes. Por lo tanto, la colaboración de la familia y el respaldo de estos, son esenciales para reforzar la importancia de la nutrición y el ejercicio en la vida cotidiana de los jóvenes (1).
La educación nutricional y la promoción de hábitos saludables deben trascender los conocimientos teóricos y conectarse con la vida cotidiana de las personas. Para esto se pueden usar diversas estrategias con el fin de lograr el aprendizaje significativo, el cual implica relacionar la información teórica con situaciones reales y concretas, y así puedan comprender por qué es importante llevar a cabo conductas saludables (2). La razón por sí sola no siempre es suficiente; se necesita una comprensión profunda de cómo estos hábitos afectan su vida diaria, su bienestar y su futuro (3).
Conclusiones
La educación nutricional y la información son importantes, pero se requiere mucho más para promover hábitos saludables de manera efectiva (1). La motivación intrínseca, la autoeficacia, la relación con los padres y la conexión con la vida cotidiana son factores clave en la adopción de estas conductas. Si bien la escuela puede desempeñar un papel importante, la prevención de enfermedades relacionadas con la mala alimentación y la falta de ejercicio es una responsabilidad compartida que requiere la colaboración de la sociedad en su conjunto y deber ser abordada de manera integral para lograr un impacto significativo en la salud pública. La razón es solo el primer paso, la acción efectiva implica una comprensión más profunda y un enfoque multifacético.
Referencias bibliográficas
Ciriza E, Pérez-Rodrigo C, Aranceta J. La difícil tarea de promocionar el consumo de frutas y verduras en el medio escolar. Una revisión sistemática. Rev esp nutr comunitaria [Internet]. 2008 [citado el 13 de octubre de 2023];6–10. Disponible en: https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/pt/ibc-81014
Arroyo-López PE, Carrete-Lucero L. Alcance de las acciones para prevenir el sobrepeso y la obesidad en adolescentes. El caso de las escuelas públicas mexicanas. Gerenc Políticas Salud [Internet]. 2015 [citado el 13 de octubre de 2023];14(28):142–60. Disponible en: http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S1657-70272015000100011&script=sci_arttext
Ornelas M, Blanco H, Rodríguez JM, Flores FJ. Análisis Psicométrico de la Escala Autoeficacia en Conductas de Cuidado de la Salud Física en Universitarios de Primer Ingreso. Form Univ [Internet]. 2011 [citado el 13 de octubre de 2023];4(6):21–34. Disponible en: https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-50062011000600004&script=sci_arttext