Resumen: Este ensayo sostiene que, a pesar de la creciente conciencia de la importancia del comportamiento saludable en la sociedad actual, la razón por sí sola no es suficiente para lograr este objetivo. Destaca cómo los sesgos cognitivos, las emociones, las normas sociales y las expectativas influyen en nuestras decisiones y comportamientos, a pesar de tener una comprensión clara de los beneficios de los hábitos saludables. Se menciona el trabajo de Daniel Ariely, "Predictably Irrational", para ilustrar cómo estos factores pueden afectar nuestras elecciones, incluso en contra de nuestra comprensión racional. El ejemplo de la adicción al azúcar se utiliza para demostrar cómo los antojos y las emociones pueden superar el conocimiento racional sobre los riesgos para la salud. Concluye enfatizando la necesidad de complementar la razón con estrategias que aborden estos sesgos cognitivos y emocionales, como la educación en inteligencia emocional y la creación de entornos que fomenten conductas saludables.
Palabras clave: conducta saludable, razon, desafios emocionales y sociales.
Abstract: This essay argues that, despite the growing awareness of the importance of healthy behavior in today's society, reason alone is not sufficient to achieve this goal. It highlights how cognitive biases, emotions, social norms and expectations influence our decisions and behaviors, despite having a clear understanding of the benefits of healthy habits. Daniel Ariely's work, "Predictably Irrational," is mentioned to illustrate how these factors can affect our choices, even against our rational understanding. The example of sugar addiction is used to demonstrate how cravings and emotions can overcome rational knowledge about health risks. He concludes by emphasizing the need to complement reason with strategies that address these cognitive and emotional biases, such as education in emotional intelligence and the creation of environments that encourage healthy behaviors.
Keywords:healthy behavior, reason, emotional and social challenges.
En la sociedad actual, la relevancia de mantener una conducta saludable se ha vuelto más evidente que nunca. Las amenazas a la salud, como las enfermedades crónicas y los trastornos, son predominantes en nuestra vida diaria. En este contexto, la adquisición de una conducta saludable se ha convertido en un objetivo prioritario para muchas personas. Sin embargo, en este ensayo, argumentaré que la razón, por sí sola, no es suficiente para lograr este propósito. A pesar de que la razón puede proporcionarnos una comprensión clara de los beneficios de una conducta saludable, la implementación de esos conocimientos en la práctica enfrenta desafíos sustanciales. La razón, aunque esencial, es solo un componente de un enfoque más completo necesario para alcanzar una conducta saludable.
Según Daniel Ariely, en su libro "Predictably Irrational" (Predeciblemente Irracional), explora cómo la psicología humana y los sesgos cognitivos influyen en nuestras elecciones y comportamientos. Ariely sostiene que nuestras decisiones están influenciadas por una serie de factores, como las emociones, los prejuicios, las normas sociales y las expectativas. Estos factores pueden llevarnos a tomar decisiones más informadas y fomentar comportamientos más saludables, beneficiosos y comprender mejor y mejorar nuestras elecciones y acciones en la vida cotidiana.
Continuando con el análisis de por qué la razón por sí sola no basta para adquirir una conducta saludable, es importante considerar cómo los sesgos cognitivos pueden afectar nuestras decisiones y acciones diarias. Daniel Ariely, en su libro "Predictably Irrational," demuestra que nuestras elecciones están influenciadas por una serie de factores, como las emociones, los prejuicios, las normas sociales y las expectativas. Estos elementos pueden llevarnos a tomar decisiones impulsivas o poco saludables, a pesar de tener un conocimiento claro de lo que sería mejor para nuestra salud.
Un ejemplo común de esto es la adicción al azúcar. Sabemos racionalmente que consumir grandes cantidades de azúcar no es saludable, ya que está relacionado con la obesidad, la diabetes y otras enfermedades. Sin embargo, los antojos, la sensación que produce, las emociones y la publicidad pueden llevarnos a consumir azúcar en exceso. La razón puede advertirnos de los peligros, pero a menudo no es suficiente para resistir la tentación.
Además, las normas sociales pueden ejercer una fuerte influencia sobre nuestro comportamiento. Por ejemplo, si vivimos en una comunidad donde se valora el trabajo excesivo y el estrés, es posible que ignoremos nuestras necesidades de descanso y relajación, a pesar de entender racionalmente que el equilibrio entre trabajo y vida es fundamental para una buena salud. La presión social y las expectativas pueden anular nuestras decisiones racionales.
Por lo tanto, la razón debe ser complementada con estrategias que aborden estos sesgos cognitivos y emocionales. Estas estrategias pueden incluir la educación en inteligencia emocional, la creación de entornos que fomenten comportamientos saludables y la búsqueda de apoyo social para mantener una conducta saludable.
En conclusión, aunque la razón es esencial para comprender los beneficios de una conducta saludable, no es suficiente por sí sola debido a la influencia de factores emocionales, sociales y cognitivos en nuestras decisiones y acciones. Para adquirir y mantener una conducta saludable, es necesario un enfoque más completo que incluya la gestión de estos factores y la implementación de estrategias prácticas para superar los desafíos que enfrentamos en la búsqueda de una vida más saludable.
Referencias bibliográficas
• Profesores de actividad física:http://file:///C:/Users/HP/Music/LENGUAJE%20Y%20COMUNICACION/8.1%2 0%20Profesores%20actividad%20fisica.pdf
• Skali, A. (30 de enero de 2022). Predeciblemente Irracionales por Dan Ariely (Predictably Irrational) . La Torre De La Ciencia; La torre de la ciencia. https://thetowerofscience.com/thetowerbooks/predeciblement e-irracionales-por-dan-arielypredictably-irracional/